Y en esa fría realidad sin forma de su existencia encontraba una burbuja de oscuridad siniestra y silenciosa, ocultaba su esencia y opacaba su sonrisa, el tiempo le pasaba ligero. cayo un día en un abismo de ingenuidad, aquello que creía se destapaba de la oscuridad y mostraba verdades de muchas formas, él ya no creía, pero su intuición incitaba y llamaba su atención hacia un arbusto, detrás de él encontraría la magia que yacía oculta, la magia de lo que se hacia real con solo quererlo. encontró más que magia, y sus manos rebosaban de ella, sus ojos nunca pudieron brillar mas después de despertar de aquel sueño tan lejano y desierto. yo era apenas una estrella lejana que intentaba hacer parte del momento, observaba de lejos taciturnamente y susurrando palabras que pudiesen alcanzarlo, enviaba rayos de luz que sirviesen en su trayectoria infinita por los cielos de su mente, intentaba ser canción y montaña de un hermoso día.
Clara era la noche, se tornaba fría y espantaba dudas, resolvía misterios y desencadenaba mariposas, yo estuve ahí, pero nadie lo supo.