Aplaudo tu felicidad, admiro tu reposición,
gozo con tu gozo en un pozo o donde sea,
me encanta que sonrías,
que te hayas convertido en lo que se supone que querías.
Me complace que te des por satisfecha,
que con un poco de abrigo te veas envuelta.
Agradezco tanto apoyo y dedicación de tus comunes.
Pero no desvirtúes, o si quieres desvirtuemos:
Imagina que estás jodida, que me pides un minuto de mi valiosísimo tiempo, me abres el corazón y con tanta repetición resulta que lo he publicado, y además de vender tus penas al mejor postor, me río y me mofo, porque es tan gracioso jugar a tener acné.

¿Y ahora qué? ¿Te gusta mi humor o te parece insulso, o incluso negro?


¿Ironizas?

¡Ironicemos!!