El Gallo Colorao



En las tierras de Calabozo, habitaba en un pequeño caserío un gallo colorao. Así como su nombre lo indicaba era un gallo malhumorado. Todos los animales lo repudiaban debido a su desagradable mal carácter. Y sin embargo a pesar de esto, tenia su publico que lo seguía. Las pobres gallinas ya lo conocían, que cuando perdía la razón era mejor mantenerse bien lejos. Así que lo dejaban bien solito cuando le pegaba la luna llena. Sin embargo las vacas, los marranos, el perro, y el gato que vivían cerca no se lo calaban. Ya estaban hartos de sus loqueras y atropellos. El dicho animal además de malhumorado era también muy abusadorcillo. No permitía a ninguna de las gallinas que disfrutara del maíz dado por los dueños del corral. Y las pobres pasaban el hambre hereje. Y con razón, las pobres no ponían ni un huevo en el gallinero. Sin embargo eso les extrañaba mucho a los dueños de la granja, que a ciencia cierta no sabían lo que pasaba realmente.

Y un buen día de luna llena los otros animales maquinaron para sacarlo de la granja. En esas noches de luna llena se ponía mas temperamental que nunca, y quiquiriquiaba cada rato. Las pobres gallinas ya no podían dormir en vista del temperamento del susodicho gallo. Entonces el perro ya desesperado fue a la casa de sus amos. Estos estaban profundamente dormidos. Pero este empezó a aullar, y el padre de la familia fue a ver que pasaba en el corral. Y quedo atónito cuando vio la peculiar escena del gallo colorao. Nunca había oído un disco rallado como el quiquiriquí del susodicho gallo. Y entonces comprendió el porque las pobres gallinas no ponían ni un huevo. Las pobres estarían al borde de una crisis nerviosa. Entonces el dueño de la granja decidió ni corto ni perezoso buscar otro gallo para el corral. Al día siguiente lo trajo a la granja. Este era uno de mejor carácter, y trataba bien a las gallinas y simpatizaba con los otros animales. Y a partir de allí en esta peculiar granja fue conocido por tener los huevos criollos mejores de la región. Y bueno, el gallo colorao al sentirse aislado, se fue a molestar a otros lares. Lo cual nos llega a la siguiente conclusión a la gente colérica hay que dejarla de lado, porque al final del camino se quedan solos solitos. Y colorín colorao. Este cuento ha terminado.