Ya, levántate y sacude tus rodillas.
Ah, y de paso, aprovecha de sacar tu puto corazón bajo la cama, que ya está apestando toda la habitación. Puedes ir a limpiar tus genitales si quieres, o pensarte más puro. Pero el hedor que expele tu corazón estará en tu aliento, en tus axilas y en todo tu interior. Nadie te querrá, no. Muchos vendrán a buscar aquel cuerpo perfecto, sonrisa y carne del que tan orgulloso estás, aquello que no parece descompuesto. Pero tienes gusanos por dentro, royendo y excrementando todo a su paso. Vamos, no me mires así. Que hasta he sido complaciente contigo. Esta es la mejor forma en la que se puede tratar a alguien de tu “estilo” o raza. O la mierda que seas.

Por mi parte, espero salir de aquí y morir en algún accidente o algo similar a ello. O Tal vez, si cayese en un coma profundo, finalmente podría olvidarme de ti…

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