MIEDO A MI OSCURIDAD
Soy el hombre que camina solo,
recorro los más inhóspitos parajes
que habitan en mi interior,
siempre con la incógnita de saber qué me voy a encontrar.
Traspaso puertas prohibidas,
abro heridas antaño curadas de las cuales la sangre vuelve a manar,
una sangre que por momentos ciega mi entendimiento
y me hunde en los pozos más profundos del infierno.
Yo soy el hombre que camina solo,
el que pasa por tu lado, enjuto, oscuro y melancólico,
el mismo que rehuye las miradas
y espera agazapado en una esquina a que la luz venga a su rescate.
Superviviente de un terrible mal,
pero con el corazón para siempre infectado,
he vagado largo tiempo por las sombrías tierras de mi identidad,
buscando cada día una razón para seguir caminando.
No la hay, pero no puedo dañar otra vez todo lo que me rodea.
Ha cambiado la mirada, la risa ya no es la misma,
nada brilla como antes y las estrellas ya no me iluminan,
el muro, antes infranqueable, ha sucumbido
y sus ruinas son ahora mi única compañía.
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