Desperté, mire el techo iluminado por el gris amanecer de 6.26am, me levanté y empecé a estirar las extremidades, cuando oí la voz de Verónica que decía: '...Sofiiiii ya es tarde, date prisa que tienes que ir a clase!!!'... En ese segundo que tenía para responder, pasó por mi mente la hipótesis de regresar a la cama y continuar mi sueño que había sido interrumpido por la alarma de mi móvil. [Ya alguna otra vez había continuado mi sueño, sabía cómo hacerlo]. Entonces respondí: '... no Vero no iré a clase, gracias!'
Regresé a la cama muy segura de continuar mi sueño, aquel que empezó....
En una calle de este inconfortable lugar, habían muchos carros... Emiliano y yo habíamos estado hablando de cosas dispersas a lo que había sido nuestra relación y, a la hora de cruzar aquella saturada avenida, me cogió de la mano y cruzamos hasta el espacio que divide el sentido en la mitad de la autopista. Mientras esperábamos que los carros pasen hasta dejar un espacio para poder cruzar, Emiliano me vio y supo decirme: '...te extraño, te necesito, sabes Sofía, mi Sofi aún te amo'...
[Dios Santo!!! pensé que jamás volvería a oír algo así de aquellos labios que tanto había besado otrora]
Volví la mirada hacia la avenida, le cogí de la mano y le dije: '. Hey crucemos!', ya casi llegando a la vereda ubiqué a un grupo de chicas con camisetas azules, parecían representar a alguna institución, reconocí a una de ellas era una compañera, me acerqué [sin percatarme que ya no sostenía la mano de Emiliano] y la saludé, pertenecían a una Academia para la cual yo había trabajado alguna vez, mi amiga me preguntó si estaba sola.
[Por Dios Santo!!! -en segunda- y Emiliano?] Lo vi y parecía que venía hacia mi, pero se confundió [es que es medio bizco] caminó y abrazó del hombro a un chica que tenía una camiseta gris similar a la mía, estaba a punto de reirme por tal confusión cuando Emiliano se agacha y le estampa un beso en la mejilla, la chica volteó y se vieron... [ah! que hiciste Emiliano? vaya manera de extrañarme]; me acerqué antes de que se digan alguna palabra y hablé en voz medio alta, medio baja: 'Emiliano! que fue?' mi amiga y la chica esta empezaron a reír, ellas se conocían, Emiliano me vio y se sonrojó.
No tenía porqué molestarme con el, debía apoyarlo, hacerle sentir que... que aquello pudo pasarle a cualquiera [pero no justo después de decirme que me extrañaba y aun me amaba...aishhh!]
Mi Emiliano no sabía que decir, me acerqué y le abracé, le dije al oído: 'Hay monce, ya no te paltees, ya pasó, vamos!'.. Emiliano respondió: 'Espera, Sofi,.... [Silencio]...puedo cogerte de la mano?'. Una sonrisa bastó para responderle afirmativamente…

Y este era el sueño que yo pretendía continuar, vaya que lo intenté y no pude, pero soñé algo parecido después de rehusarme a ir a clase, y bueno… era algo así, me encontraba sentada en una banca a un metro del cine, no estaba sola, me acompañaban Esther y Santiago [la primera también era amiga de Emiliano], teníamos las entradas en las manos, esperando la hora para entrar a ver la peli, no conversábamos de nada en lo absoluto, lo curioso era que esta banquita se encontraba a un metro del cine [ya lo mencioné] pero a un metro de la pared, es decir ‘Con vista a….a la pared’ no era una pared cualquiera puesto que había una pequeña pantalla donde se proyectaban los trailers de algunas películas. Estábamos medio concentrados en la pantallita, cuando de repente parecía que en lugar de trailer estaba empezando una película, era nuestra, la de las entradas [si cualquiera de nosotros hubiese reaccionado a tiempo, quizá pudimos revender las entradas y quedarnos a ver la pantallita gratis], me pareció algo tonto aparte de inexplicable, inaudito, que algo así pase, me levanté y les dije: ‘ gente la pantallita o la pantallota?’, ambos voltearon a verme y se levantaron también, faltaba poco más de 10 minutos para entrar a la sala, así es que fuimos para allá, antes de acomodarnos me separé y fui al baño, luego fui por algunos chocolates [pero fuera del cine, porque están mas baratos] estaba comprando a la señora del puestito y siento una presencia a mis espaldas, volteo y era Emiliano. Me saludó con la mirada aquella de la que enamoré, le di un beso en la mejilla con sabor a chocolate blanco; Emiliano me preguntó donde estaban los demás.- ‘están en la sala’- respondí, me acompañó hasta el pasillo [ahí donde piden las entradillas], yo entregué la mía y pasé, volteé la mirada y Emi estaba tras de la cuerda [obvio pues Sofía, tu Emiliano no tenía entrada], regresé a él, nos pusimos a un lado, Emiliano aún tras de la cuerda me cogió las manos, por mi parte levanté la mirada y… la película empezaba, y nuestra historia se recapitulaba, regresamos a la escena de antaño, aquella en la cocina, con nuestros cuerpos levitando, sostenidos únicamente por el extraño y poderoso lazo de las miradas, todo se detuvo solo pasaban los segundos, los minutos, los días… los años a través de nuestras miradas, el entraba en mí y yo en él, como haciendo el amor en mañana de primavera. De repente apareció la lluvia en su rostro, lágrimas de miedo, de dolor, de desesperación, trate de sostenerme de él, ahora el miedo era mío, lo perdía lo perdía otra vez, la cuerda se iba con el, mis manos no tenían que más sostener…. La tormenta se hizo intensa, un rayo partió el poder de las miradas, caí al suelo sin sentir, caí dormida, dormida morí….
[suena el celular… impertiente!] un mensaje de texto: ‘Hola Sofi, hoy quiero verte, hoy quiero amarte, hoy voy a morir contigo levitando, contigo respirándote siempre…Tamo,[ya sabes mas que eso]. Emiliano’
Oh sí! Lo sabía, claro que lo sabía más que eso, más que un ‘te amo’ la palabra no había sido escrita… Emiliano aun era mi novio y yo su beba [vaya forma de llamar a esta longeva], y ahí desperté con la sonrisa y el móvil en mi mano, con la plena seguridad que habrían más momentos en la cocina, alejados del temor por la distancia, por la indiferencia, por la confusión, por la dejadez…. Esto es lo que el sueño es…
[tuuu tuuu] ‘Emiliano…hola……almorzamos?…’

FIN