En noche, silencio que irrumpen una sirena, desvelo con presunciones, ¿algun herido?, ¿alguien enfermo?..., y se pierde en la lejania, el sonido a distancia, como se diluyen las ideas.
Inmovil, en el lecho tibio, silencios con acordes a melancolia, dibujadas palabras con lapsus, lapsus de renunciamientos a la realidad confusa, para fundirse en inmensidades de sueños en mirada que acude al cielo, a cada momento, tras cristales empañados por un encierro.
Una luz, motivo de compañia, que invita a descifrar interrogantes, caminos con huellas, graves sentimientos.
Y, un huir desenredando historias, presentes tacitos de mi memoria.
Libros en un rincon, temerosos, ansiedad que atrapa.
Respiraciones de habitaciones vecinas, como eco, significando vidas.
Y, horas que pasan, en el tic-tac inmediato, busquedas de nada.
Sombras de lo material, dibujan sobre la pared perfiles, imaginacion que traiciona, ¿quien?, no hay respuestas, solo objetos, frios, sin esencia.
Estar, confuso estar, de emociones en mi latir.
Un cigarrillo, dos, se mezclan con los ya fumados.
Espera, ¿que?, esperar.
Un canto de un ave, como un reloj, amanece...
Se suman mas, abro mi ventana, y la claridad reflejada en mi, ya mi cuerpo hace sombra en la pared,pongo distancia, y la sombra tambien.
Aumenta el canto de los pajaros, tambien el color mas intenso de mi sombra, estoy viva.
Otro amanecer, que contagia al despertar, hasta vivir, y caer en un suspiro en sueños de agotamiento.
Pero entrar a la vida de un nuevo dia con la vida.
¡Estoy viva!, ¡si!, puedo escuchar el canto de las aves, y ver mi sombra que mira hacia otras sombras, que a su vez miran otras.
Hasta encontrarse con mi espejo, realidad de figura fememina, dueña de todas las sombras.
MARIA1 |