Noche de sabado, luces de colores, alegria, compañias, espera.
Noche sin tiempos.
Alguien, una mujer, una mujer especial, recelo de momentos, en la barra, en dialogo constante con señorita desconocida.
La musica invitaba a la danza, y, la atraccion de a dos se hacia mayor.
El, cerca, muy cerca, a pasos simplemente de gustar, y, pequeñas palabras falsas, ella, en juego de dominio, tambien con palabras falsas...
La noche se convirtio en complice, complice de ambos, con risas, noche de amor, de compartir instantes, mientras corrian los minutos y horas.
-Ya es tarde!, dijo ella con una sonrisa.
Ya esta estaba amaneciendo..., ambos sabian de las mentiras.
Ambos habian mentido, habian mentido sus nombres, sus profesiones, lo habian mentido todo.
Pero el amor a primera vista nacio, y, no se pudieron echar atras, el juego estaba dado.
En la despedida, dos corazones latian, latian con ansiedad de decirlo todo, pero el orgullo, el orgullo de ambos fue mas fuerte, solo se escucho, -¡adios!
-¡adios!, dijo ella.
Y luego el silencio, el se dio media vuelta y se marcho, ya a metros giro, se miraron a los ojos, ambos pensaron lo mismo, -¡no!, no puedo, no puedo decir la verdad.
Y, un amor que pudo ser, solo quedo en el olvido, tan solo por un juego, un juego para amanecer, para amanecer domingo.
MARIA1 |