Me propongo escribir una poesía, confesando de antemano que soy un lego en la materia. Nada sé de terminología poética y mi única preocupación es colocar palabras que tengan buena sonoridad. Infaltables en este remedo de poesía que escribo, son los términos, lluvia, fuego, amor, arcoíris, promesa, silencio y otras más que son musicales, invocan imágenes fuertes o sentimientos claros.
Nada sé de poesía y sin embargo, hace años que vengo estafando a mis escasos lectores con estas pseudo composiciones. Y esto ocurre porque soy un flojonazo que odia la terminología técnica; de métrica sé mucho menos que de matemáticas y cuando escucho que algunos versos son endecasílabos, me sobreviene algo parecido a la urticaria. Para que decir cuando alguien menciona la rima asonante o la consonante. Se me destemplan los dientes.
Para qué hablar de los sonetos. Personalmente encuentro que es una cursilería extrema escribir midiendo las palabras, ciñéndose a unas reglas del tiempo de la crinolina. Es casi seguro que esto provocará una controversia. Sé que hay gente que aún se expresa por medio de esta composición poética y es muy loable que utilizando los dedos y cualquier otro artilugio para que las palabras no se rebasen, componga esos magistrales poemas rimados. A propósito, ¿existe alguien que hable en rima en la vida cotidiana? Que yo sepa, nadie.
Pensándolo bien, no escribiré ningún poema. Después de todo lo expresado, ya todos están al tanto de lo trucho que soy y de lo poco que sé. Pero confesarlo, creo que tiene tanto o más mérito que andarse pavoneando por allí y dándoselas de intelectual cuando no se es. ¡Mi Dios! En que lío me estoy metiendo…
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