Verano, un hermoso dia de calor, tibieza y flores por doquier, plaza de barrio, con niños jugando, donde los ancianos se distraian a la entrada del sol.
Un hombre con los años encima, baston en mano, caminaba lentamente hacia un banco.
En el sentado, un niño pensando; el anciano tomo asiento a su lado luego de intercambiar saludos.
El niño dijo, -¡hola!, y el anciano le guiño un ojo, ya eran amigos. Siempre luego de los juegos el niño charlaba con el, el anciano le relataba historias, este observo la hora, levanto la vista, habia oscurecido, una estrella grande brillaba intensamente en el cielo.
Le dijo al niño, -¿ves aquella estrella?, es venus, el lucero cuando ella no este ya no me veras mas.
El niño adoraba al anciano, miro bien la estrella para no confundirla y se despidieron.
Por unos dias no lo dejaron al niño ir a la plaza, pero el observaba el cielo al atardecer por la ventana de su dormitorio, veia la estrella y sonreia.
Hasta que una noche, mira la hora, corre hacia la ventana, y no ve la estrella, lagrimas desconsoladas. Se dirige a la puerta de calle , la abre y corre hacia la plaza.
Las gotas de lluvia comenzaron a caer, sin importarle, cruza la calle, plaza desolada, llovia intermitentemente.
Frena de golpe, lo ve al anciano sentado, y, corre a abrazarlo.
El anciano lo toma entre sus brazos y le dice, -¡no llores!, yo soy como esa estrella la primera en salir y la ultima en ocultarse, hoy solo estaba nublado.... |