No, no porque los publicistas lo invoquen,
mi corazón latirá con reflejo condicionado,
no me vengan con corazoncitos rojos,
ni bombones envueltos en papel celofán,
no, no conozco a ese señor San Valentín.
Si he de decirte cuanto te amo,
en una esquela satinada de precio fijo,
si he de invitarte a comer
aprovechando una promoción cualquiera,
no esperaré que las campanas toquen
invitando a las masas a que se amen,
mi amor por ti, es algo mágico,
no es una moda ni un contagio,
te amo porque te amo,
no porque me lo recuerde el señor aquel,
el de la calculadora en ristre,
el que se hace más rico,
mientras los otros consumen por amor.
Te amaré mañana,
porque te amo desde hace mucho,
quizás te lleve una rosa,
pero sé que preferirás lindas palabras,
te regalaré mis abrazos
y besos, muchos besos,
te diré al oído cuanto te amo
y bueno, acaso haya bombones,
quizás una comida en algún local,
pero en eso, que te quede claro,
nada tiene que ver ese tal San Valentín…
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