Yo le pedía el ¡sí!
Ella con un ¡no! respondía…
¡Toda la noche insistí
en incansable porfía…!
Y, cuando al fin conseguí
lo que de la bella quería,
¡por más que fuego le dí
mi leña no se encendía…!
Texto agregado el 11-02-2009, y leído por 84
visitantes. (3 votos)