Eran las tantas de la noche y el tren que se dirigía de Suiza a España iba repleto. Uno de los pasajeros, un hombre de traje a cuadros y maletín de cuero dormía a boca abierta y baba en la corbata, era el Doctor Renan Villasanti, un científico del campo de la física, chileno y que hace años se encontraba realizando estudios e investigaciones en Suiza e Inglaterra. Destacado fue, pero actualmente los resultados no positivos lo hacían volver cabizbajo y derrotado a Chile en busca de levantar su carrera.
Era extraño que a sus cortos 44 años sea un destacado y a la vez humillado doctor y pensar que con sólo 35 años obtenía su doctorado en física en una universidad inglesa y entraba a trabajar en un prestigioso laboratorio en Suiza, pero porfiado como una mula se obstinaba a obtener resultados de algo que no tenía pies ni cabeza, así, ahora era un pelmazo de la ciencia, un gandul de la física.
Así es, hace cinco años estaba felizmente cazado y con el mejor de los futuros en Inglaterra, pero no, tenía que confiar en esos suizos, “aquí está la papa” dije yo, más huevón. Y ahora, estoy más cagao que palo de gallinero y tengo que volver a Chile para que la tropa de boludos se burle de mí, ¡de mi! Yo tan genial que era…por la chu…
Más encima pierdo mi matrimonio por dármelas de todo poderoso, si ni la cama sé hacer, si no fuera por las ecuaciones y las teorías estaría vendiendo agujas en las micros de Santiago con terno a las cuatro de la tarde en verano.
R- ¿Porqué seré tan burro y flojo?
Y ahora, estoy hablando solo camino al aeropuerto de Madrid para tomar un vuelo a la miseria.
Al llegar al aeropuerto lo primero que hace es ir al baño a echar una buena cagada para irse livianito en el avión, clase turista, ya que los ahorros son pocos y en Chile no hay trabajo para un derrotado.
Al tratar de avanzar rápido entre medio de rusos, alemanes y cuanto español había, cosa que lo emputecía aún más, ya que no hay cosa más lamentable que caminar entre tanta gente sin mirar por lo menos un culito aceptable, se quedó mirando a un tipo que parecía salido de una película de zombies. Cabizbajo, aletargado, con cara de culo.
R- Jaja! Por lo menos no soy el huevón más cagado de por acá, que bueno.
Pero, ahora que lo miro bien: cara demacrada, ojos caídos, cigarro en la boca, caminar como de perro con distemper.
R- ¿Será?
R- ¡Eh Jovino!
Entonces el sujeto desaliñado mira a Renan y éste casi se cae de espaldas, claro antes de echarse a reír como niño chico en el circo.
No podía ser otro que mi amigo Jovino Alegría, que de jovial y alegre no tiene nada, más bien es un huraño y avejentado sujeto, pero como se dice, un buen tipo.
R- Ven pos hombre, acércate, no te quedes mirándome con cara de huevón, si no nos vemos hace varios años y mira donde nos venimos a encontrar.
Como no me dijo nada, entendí que la cosa no estaba bien, algo le había pasado.
Jovino es un chef internacional de 52 años, cuando teníamos unos 28 años partimos llenos de ganas a Inglaterra a probar suerte, bueno él, porque yo tenía todo asegurado. Al poco tiempo consiguió un trabajo en un restaurante bastante bueno y empezó a generar un buen capital. Al poco tiempo instaló su propio local: Joe’s. El nombre al final no importa, porque era una mugre. Según él era Jovino en inglés, cosa que hasta mi perro sabe que no es así pero como me iba a dar cenas gratis lo omití. En fin, la comida por lo menos era de gran calidad, y lo que importa aún más es que se hizo famoso. Claro, en el mundillo gay de los chef.
Al poco tiempo me fui a Suiza, cosa que recalco fue un gran error, y no supe más de él.
Hasta ahora.
Entonces, esta parado ahí como tonto, cosa que no me extraña mucho conociéndolo hace por lo menos 20 años, pero, ¿Por qué está más demacrado de lo normal?
Entonces decido mirar bien el periódico de la semana pasada que traía en el maletín y veo el porqué.
“Terrible tragedy for known restaurant in Manchester, the owner, a Chilean, loses everything”
¿Qué hago, me río, lloro, lo consuelo?
Claro, la respuesta es simple, reír.
R- Jajaja ven para acá hombre, puta que tienes mala suerte, no cambias en nada, si hasta en Europa te cagan las palomas a ti, jajajaja.
J- Tan chistoso como siempre tu Renan. Y no te rías que esto es serio, lo perdí todo. Ahora me vuelvo a Chile a intentar recomponer mi vida.
R- Pero Jovinito amigo, arriba el animo, mírame yo también voy con olor a gladiolo, pero no por eso voy a arrastrar mi bolso como si tuviera ruedas como tu lo vienes haciendo, ni mucho menos con un cigarro apagado en la boca.
J- Es la costumbre, me he fumado casi la mitad de mi dinero desde hace unos días.
R- Déjame ir al baño a hacer una diligencia y al volver me cuentas todo, por mientras cuídame el maletín que llevo mi computador con los “resultados” de mis estudios.
Así, y ya en el avión a Chile, Jovino le explica a Renan como lo perdió todo, en un extraño y confuso incidente.
J- Era la tarde del sábado pasado, jugaba Manchester United contra Arsenal, la final de la copa FA, y horas antes del partido mi restaurante estaba lleno, y yo, claro, muy feliz esperando que Manchester derrotara a Arsenal y ser campeones.
Al rato un grupo de exaltados y ebrios empezó a hacer disturbios, entonces decidí echarlos. Obviamente no querían irse hasta terminar de beber las últimas cervezas que tenían servidas, pero como quería echarlos a toda costa llamé a mis guardias y los corrimos a patadas. Entonces, uno me dice “Motherfucker, You will regret it” y yo le respondí como buen chileno “ándate a la chucha”. Claro que la amenaza ni la tomé en cuenta.
R- Eres un estúpido, como se te ocurre correr a patadas a integrantes de las barras más vikingas del mundo.
J- Nunca pensé que de verdad me arrepentiría pues.
La cosa es que Arsenal humilló a Manchester en Old Traford con un rotundo 4-1 y fueron campeones. Ahí fue cuando apreté el que te conté.
Decidí cerrar apresurado para evitar disturbios y desmanes y para mejor fui a una estación de policía cercana a pedir ayuda para sacar a la gente. Cuando llegué no me tomaron en cuenta…
R- Eso te pasa porque todavía no sabes decir "hola" en inglés pues Jovino, jajajaja.
J- Para y déjame seguir.
Al ver que la policía no me ayudó, decidí volver al restaurante y para mi sorpresa si estaba la policía…y los bomberos. Los Hooligans de Manchester habían destrozado y quemado mi local. Y, en una de las patrullas estaba el sujeto que me había amenazado cagado de la risa, mirándome y con el dedo del medio haciéndome burla me dice “I told you”.
R- ¡Jajajajaja! Definitivamente estás peor que yo, porque conociéndote no tienes ahorros porque no crees en los bancos, y has gastado la mayor parte de tus ganancias en prostitutas para llenar ese vacío sexual que tiene tu vida de soltero repulsivo. Eres todo un galán y un genio, jajaja.
J- ¡Claro! Llegué justo a alegrar tu día, a ser el material para el hueveo tuyo. Lo que sí es verdad, es que los dos estamos mal, y ahora vamos con la cola entre las piernas a Chile, a ver que hacemos para ganar dinero.
R- Y lo que es peor mi amigo Jovino…
…vamos a que aquellos que humillamos y nos burlamos, nos hagan pebre y quedemos como dos diucas mojadas.
J- Uf, se viene un laaargo invierno.
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