LA FAMILIA ALVAREZ
Este cuento no está basado en una historia, este relato habla de un chaval, real cómo la vida misma! Este chico, Antonio Ferreira, no muy alto pero imponente, serio siempre, su aspecto físico cuidado como si de boda se tratase, con sus peinados engominados, unos ojos oscuros pero de mirada muy clara… Este chico creció en un barrio humilde, no pobre pero sí humilde; él vivía en la casa más grande y hermosa del barrio, hijo único de madre viuda… aunque leyendas urbanas hablan de que está en la cárcel por negociar con drogas. Por lo que fuese, Antonio ó Toni, como era habitualmente llamado en el barrio, demostró ser un chico como los demás, bien sus modales se enfrontasen él no reparaba en diferencias, siempre decía “conoce las personas, después, juzga si quieres.”
No tardó en verse grande y con ello, el barrio más pequeño… decidió partir hacia la ciudad no más lejana, el barrio era su hogar, sus pasos, su madre a quién adoraba y respetaba más en el mundo por el esfuerzo en educarlo tal como hizo, pese las circunstancias…
Toni tan solo llevaba unos ahorros, un bagaje y a su madre en la cabeza. No tenía miedo, él se conocía de sobra y sabía que en días tendría un trabajo, un chollo, lo que sea, pero que no volvería con la cabeza agachada, después de tantas horas en aquella esquina, con un diccionario de griego en cada mano…
...El orgullo forma parte de una buena educación…
Viendo su parada desde aquel incomodísimo asiento, después de 4 horas y media en aquel vagón, se levantó tranquilamente, hinchó sus pulmones y bajo de aquel tren como uno más, trató de no mirar nada curioso, que nada le distrajese como si de un turista se tratase; él caminaba ligeramente para no entorpecer la circulación de viajeros y poco a poco fue dando con la salida. Entonces, miró a su derecha, a su izquierda y llamó un taxi.
- Buenas tardes caballero, no soy de aquí verá, me podría dirigir al hostal más cercano a la estación si es tan amable?
- Si problema chaval, que buscas donde pasar la noche no?
- A decir verdad espero que no se trate de una noche.
- Mujeres…
- Jaja, no por dios; digamos que escuche hablar muy de la ciudad, conocidos que se vinieron a vivir por esta zona, en fin, visitar, una semanita o así, y si me convence pues me quedaré un poco más… hasta cansarme! Jeje
- Mujeres…??
- Qué no de verdad! Jaja y conoce usted esta zona, es de aquí?
- Sí claro, nací aquí, y mira, 48 años! aun no me cansé! Jajaja
- Mira aquí mismo hay un hostal, pero bueno, un poco más abajo está uno mejor.
- Mejor? Por qué? me interesa lo más próximo a la estación.
- Ya, pero no es realmente un hostal, es de Don José, un señor que tiene todo el edificio y hace de hostal desde los 80, por sus bajos precios siempre los tiene llenos pero también te digo que no tiene buena fama… y por tus pintas amiguito no creo te guste dormir en tal sitio. Jajaja
- En serio amigo, me interesa más el de su vecino Dan José, podemos probar suerte, sino vamos al otro más abajo, bien?
- usted manda señorito, vamos a saludar al loco ese… jaja
El miedo que no tenía al bajar del tren le entró todo al escuchar el señalador del taxi, tic tac tic tac tic… entonces el taxista, muy amable él, golpeó el portalón del edificio más viejo qué dios ha visto con sus hermosas botas militares, y sin dejar de reírse en ningún momento. Abre la puerta un señor con un albornoz,
- Don josé, soy Jimmy, hijo del carnicero, el taxista, sabes? Traje a este chico que viene para una semana a visitar la ciudad…
- Buenas noches Jimmy, qué tal tu padre, le va bien la carnicería?
- Estupendamente.
- Chaval! Acércate. A que vienes a la ciudad?
- Visitar, me hablaron bien, especialmente de esta zona…
- Bien, y te vas en 7 días…
- Si me gusta la ciudad, y espero que sea así, me quedaré hasta cansarme… (con una miradita al taxista, como amistosa, pero burlona)
- Bien bien… y si te gusta la ciudad, y decides quedarte… piensas trabajar o tan solo pasear por las calles menos tranquilas y seguras de toda la ciudad…
- Mire señor, traigo un dinero conmigo, y si no encuentro mañana mismo un sustento económico le diré si me pienso quedarme o no, porque si fuese por hospitalidad, me temo que esta ciudad no es para mí. Confío en mi, y ahora estoy cansado, por lo tanto si usted quiere, le alquilo una habitación una noche, bien larga… necesito descansar, no acostumbro viajar.
- Muy bien, págale a Jimmy por el viaje, déjale propina, es un buen hombre, alcohólico cierto… pero es un buen hombre. Luego pasa a la recepción.
La recepción dicha era un hall de entrada de edificio, pero la higiene estaba presente, y después de dos vistazos, hasta la decoración del lugar le agradó. Toni no mostraba miedo ni timidez, tan solo era ese caballero educado con cabida en cualquier lugar, serio, y con esa presencia chulesca, pero sin llegar a ser presuntuoso.
Don José se sentó en una butaca orejera y ofreció un asiento a Toni.
- De verdad señor, estoy agotado, necesito descansar.
- Muy bien, ya estás dentro, pero déjame decirte antes qué una noche te cuesta lo mismo que una semana.
- Cómo!? Hombre por favor… muy bien, de cuanto hablamos?
- 290 $
- 290$!! Hombre por favor… verá cogí malas costumbres de niño, una de ellas es comer tres veces al día… y todos los días, de que me sirve pagarle 290$ si yo me quedo tan solo 110$!y probablemente tenga que pensar en apartar 30$ para el billete de vuelta! Qué bien! Cómo me gusta esta ciudad!
- No te exaltes, toma asiento… cómo era tu nombre?
- Me llamo Antonio, Toni me dicen todos.
- Bien Toni, toma asiento, fumas?
- No gracias.
- Muy bien, es una pena porque estos Cohíba están realmente increíbles, sabes lo que son inversiones? Una buena inversión? Cuántos años tienes?
- Disculpe, habla usted de cigarros puros?
- Por supuesto, acaso crees que fumo drogas chaval?!
- En absoluto, pero creo haber entendido que son muy preciados, y que pese a su “masiva” venta nadie dice haber encendido un Cohíba!
- Fumas?
- Por dios, eso no es fumar!
- Jaja eres gracioso Toni… sabes llevar una conversación… pero dime, cuántos años tienes? Eres joven.
- Tengo 23, en mes y medio pasare a ser un año mayor…
- Que sean muchos muchacho! Pues te digo yo que si lo que buscas es un trabajo, mañana levántate temprano y ves dar un paseo por la zona, ve al casco viejo y no esperes el anochecer para regresar… por a la noche, creo que me tienes que decir algo… toma, llévate el Cohíba… ya lo fumarás…
Al subir las escaleras y meterse en su habitación pensó en el día, miró su mano y acercó el puro a su nariz, e hinchó sus pulmones de nuevo… se echo a dormir.
A la mañana se levantó, aseó y partió conocer la zona en busca de una cafetería decente dónde desayunar un buen café bien acompañado de su croissant y noticias frescas para comenzar un día, un día muy largo…
Allí estaba, “le café”, ese era el lugar. Tras media hora ya conocía a la camarera y dos clientes. Unos pequeños discursos sobre política, economía, mujeres, noticias en general… Y terminó su tercer café frío sabiendo de tres lugares a donde dirigirse para preguntar por trabajo. Riéndose tal un loco por la calle, veía todo tal él lo imaginara… pero a las siete, después de 10 horas caminando el atardecer se dejaba ver ya, partió para el hostal apenado pero con ganas de más… le comentó el día a Don José, quién se mostró neutral. Tras un largo resumen del día, Toni le dejó claro que no pretendía irse al día siguiente.
- Bien Toni; me alegró que no te fuese tan mal, ahora me toca hablar a mí, el edificio tiene tres apartamentos, tres plantas… cada apartamento tiene tres habitaciones… este hostal está lleno de estudiantes, jóvenes futuros triunfadores, me entiendes, estudiantes que trabajan para pagarse sus estudios… veo que tu intención es encontrar trabajo… para qué?
- Lo cierto que terminé los estudios y vi la hora de entrar en el mundo laboral… con muchas ganas de verdad! Y si algo sé, es que yo seré un triunfador! Y entonces mi madre verá que valió la pena tanto esfuerzo… porque pese mis “pintas”, no me críe en un ambiente dado precisamente, soy de barrio Don José, y aquí lo tienes, todo un caballero, ha visto, esto se merece triunfar!
- Tienes toda la razón… de qué quieres trabajar, para qué has estudiado?
- Finanzas… pero no busco algo relacionado, busco un sustento económico… y poco a poco… tiempo al tiempo, pero confío en mí.
- Qué bueno, verás, a los estudiantes se les acaban las vacaciones en mes y medio más o menos y al igual que todos los años tendré que mirar bien a quien meto en mi casa, que esto de deja de ser mi casa… asique tienes seis días y volveremos a tener esta conversación, bien? Porque entonces, tendré que saber si cuento contigo pal año o no…
- Bien, gracias. Buenas noches
Al día siguiente trato de conocer otros lugares y preguntó por empleos y empleos, pero no tuvo suerte, cada día Toni se levantaba más tarde, no por vagancia sino por ahorrarse el desayuno y tratar de hacer dos comidas al día… pero al cuarto día dejó 30 $ encima de la mesita de su cuarto y partió a las once de la mañana, con menos ánimos pero con su presencia impoluta… mas nada. Llegado el quinto día, al bajar las escaleras se encuentra con Don José, con su albornoz…
- Qué horas son estas!?
- La verdad es que a quién madruga dios no le ayuda mucho…
- Vamos a desayunar.
Allí estaban solos, en la última mesa de “le café”, desayunando a las once y media del medio día… Y entonces Don José tomó la palabra
- Mira Toni, supongo que no encontraste todavía nada por la zona, me equivoco?
- En absoluto.
- Bien, pues ahora te voy a hacer las cuatro preguntas del contrato para vivir en mi casa:
¿Cómo me piensas pagar? Nada de becas ni mariconadas de esas entendido!?
¿Eres trabajador? No es que estoy estudiando y quiero centrarme en blablabalbalba… Eso sí que no!
¿Eres un futuro triunfador? No me valen “SÍ claro.” Además eso lo huelo, no se me puede engañar con esta pregunta.
Y ¿Puedes con la responsabilidad de una familia (cuidar, conservar, respetar, mantener)? Piensa que me vas a contestar, estas preguntas llevo más de 25 años haciéndolas, no creas poder falsearme.
- Le contestaré ahora, llevo contando por gotas mis gastos que se vieron reducidos a dos comidas al día para poder pagarle y tener un billete de vuelta, como buen fracasado… Me temo que nunca le comenté que aparte de no criarme en un idóneo ambiente, soy hijo único y mi padre murió poco después de nacer yo… por lo que trabajar no me cuesta en absoluto. Creo que ya vio mi sonrisa cuando citó la tercera pregunta, me fui de mi casa con 400$ que fui ahorrando, dejé a mi madre sola, viajo hasta la ciudad e imaginando que en unos días me lo comería todo, lo único que comí fueran los pinchos que ponían en los bares… y aun así, sin blanca ni trabajo… mañana se me acaban las vacaciones, y a decir verdad, no tuve tiempo a cansarme de esta ciudad… a su última pregunta no sabría contestarle… tuve relaciones, todas terminaron, sino no habría plurales, pero si sé lo que pide y le repito que me crié solo con mi madre… no es una familia grande, pero desde luego, nunca nos falto de nada, ni a mí, ni a mi madre.
- Toni, te hice las preguntas sabiendo las respuestas… me alegro oírlo, que sepas que sé quién busca a un contable.
- Está hablando en serio? Quién?
- Un tal Don José, jeje, en serio ahora te lo explico, pero piensa que después de todo lo que va a seguir puede que respetes y no compartas, entonces solo te pido olvidarlo, no prestar mayor importancia, pero contigo sé que no necesito segundas… verás cada año selecciono a 8 chicos o chicas de tus características, futuros triunfadores, cada año renuevo toda la familia, ese es el contrato, un año y desaparecer de la ciudad, volverás junto a tu madre a tu barrio…
- Pero, no entiendo la relación de familia y contable, quiere que administre la economía de la casa… de la “familia”?
- Exactamente.
- Por qué?
- Demasiadas preguntas para dos palabras, no crees Toni?...
- Explíquese mejor por favor.
- Bien, es sencillo, escuchaste hablar alguna vez de las familias verdad? No hablo de mafias ni películas americanas hechas en Sicilia, de acuerdo… he de explicarte que a lo largo de mi vida conocí mucha gente, siempre fui una buena persona, nunca me lleve mal con nadie… y entonces me fueron pidiendo favores tontos, siendo niño; más adelante los favores crecieron en cuanto a confianza…
- Un minuto, qué tipos de favores?
- Jeje, no son películas Toni, es una forma de ganarse la vida, mírame, no vivo nada mal verdad, no te gusta mi casa? Verás llevo toda mi vida metido en mi familia y soy huérfano e hijo único… creo que sabes de que hablo. Sinceramente creo que es el trabajo que necesitas, piénsalo, además tu estarás con las cuentas, nada de actuar, nada de salir de madrugada a la calle… incluso te aseguro que tendrás tiempo de irte un fin de semana al tu barrio para comentarle lo bien que te va en la ciudad y que tu madre te mire con la misma mirada, orgullosa!
- Bien bien… pero esos favores son legales?
- La mayoría.
- Cómo que la mayoría? Me crío entre delincuentes de donde salgo bien parado, y nunca mejor dicho! _JA ja… pero vamos a ver, quiero poder ver la mirada orgullosa de mi madre! Creo que te equivocaste.
- Toni sabes la de leyes estúpidas que hay?! Hay lugares en los que no puedes ni caminar a partir de ciertas horas… eso es ilegal! Sí! Y mear en la calle! Piensa que son siete más en la familia, ser contable es de gran responsabilidad Toni, no es un trabajo para cualquiera, y si tú fuiste capaz de aguantar 5 días en una ciudad que no es la tuya con 110$, y te sobra para un billete de vuelta, el de un perfecto fracasado que vuelve a casa con lo puesto… piénsatelo Toni. Estás invitado al desayuno, me voy, nos veremos mañana, es tu último día, o el primero con trabajo… depende de ti.
Esta fue sin duda la noche más larga de toda la semana… y sin sacarse la cara de su madre de la cabeza caviló toda la noche sobre la proposición… lo cierto es que era tentadora.
(to be continued)…
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