Una de las hermanas, cabello rubio, bonita silueta, de conquistas en su andar, rapidas sonrisas, universitaria, de grandes logros y triunfos.
Contrastaba con su hermana menor, quien tras intensos cursos, con su maquina de coser se ganaba la vida.
Algo timida, lentes de mucho aumento, para enhebrar la vida.
Camino de soledad.
En una cena hecha por la hermana profesional, la atencion a los invitados lo hizo ella, la hermana menor.
Una mesa muy coqueta, donde paso dias cociendo el mantel con puntillas.
Ya todos presentes, y, acomodados en sus lugares, la joven timida de vestido sencillo se quito las gafas.
Sirviendo los platos, desvio sin quererlo la cuchara hacia el pantalon de un joven.
Del susto dejo todo sobre la mesa, y corrio a la cocina entre lagrimas.
Con las dos manos, se coloco los lentes; cuando siente en su hombro la mano pesada del joven ingeniero.
-¡No es nada!, solo ayudame a limpiarlo; con temor de tocar su pierna, le alcanzo una tohalla humeda en una esquina.
El joven se agacho a limpiarse, y se detuvo, luego, se incorporo y le dijo, -primero secare tus lagrimas que valen mas que esta simple mancha, en un rostro tan bello como el tuyo, y, le quito los lentes para observarla.
MARIA1 |