Agua caliente que se desliza perezosa por el cuerpo frio,tanto como el asfalto helado que se deja acariciar por la llovizna densa que bautisa la ciudad, un poco antes del amanecer.Entre la neblina danzante que adormece sueños,y los sonidos de la mañana que no llega,los recuerdos se pierden por la ventana empañada por el rocío.
Sobre la ciudad, la infinidad de gotas agridulces apuran los pasos,entre edificios que de a poco encienden las luces,una a una,como las estrellas se encendieron en la noche y ahora se apagan para dar paso a la luz que tarda,pero saben ellas que llegará.
Entre canciones urbanas y cemento mojado,envuelto en el viento del otoño,el insomnio sede y los ojos se cierran despacio.Es el vapor el que inunda la sangre,pero el amor el que despierta al corazón,para que no deje de latir.
Ruedas de autos y bocinas,plazas vacías inundadas de hojas y promesas........ de señales y leyendas que se cumplirán al salir el sol.
Mientras que la bruma desaparece entre apuros de rutina,y recesos de imaginación,y el café se enfría porque el tiempo no me esperó,me doy cuenta de que ya habrás mirado el cielo y en tu afán de ser superior habrás pensado que eras el único que a esa hora disfrutó al máximo de esa natural bendición....