En cada pueblo existen personajes que le dan marco y sabrosura a la vida diaria.
Es así como tenemos un borrachito consuetudinario,
El alborotador político de turno,
El alcalde que es una figura central, que a su vez es jefe de bomberos ad-honoren,
No menos importante es el jefe de la policía,
El juez, hombre bonachón bueno para los brindis, muy certero en sus máximas
El más importante, el dueño del único bar,
El boticario y dentista a la vez.
Yo, un comerciante, que soy solo un ave de paso,
La infaltable bruja, pero bien bruja.
No podía faltar en este pueblecito, un tontito, que en muchas localidades es tolerado por su condición, dejándosele ir a su arbitrio por cuanta casa haya.
Todas las tardes las “autoridades” y yo nos juntábamos en el bar de don Jacinto, a jugar unas manos de dominó o cacho con esos dados de hueso, bastante gastados, pero aún legibles.
Don Manuel, autoridad central y Alcalde, dirigiéndose al dueño del bar: -- Amigo Jacinto póngase unas copias de ese vinillo que tiene escondido por ahí deseo invitar esta vez yo, antes que el señor juez lo haga. Todos estuvimos de acuerdo, cuando entra al bar MARKTUEIN, que así se llamaba el tontito del pueblo, o al menos así le decían los que lo trataban desde hace algunos años.
En su jerigonza de su media lengua enredada: --Yo tamien quero…yo tamien quero, he?..he?... y revoloteaba alrededor nuestro, tirando de nuestras ropas.
Todos teníamos cara de estar soportando otra salida de madre del pobre hombre. El Juez con expresión mal humorada le dijo: -- Ya, ya muchacho, déjate de molestar y yo sorprendí una mirada de odio de MARKTUEIN que rápidamente se apago.
Me di cuenta que tan tonto no era, más bien era un sinvergüenza, aprovechador y vividor a costillas de los demá
En otra oportunidad apareció por la única calle principal, arrastrando una gran caja de cartón amarrada a un cordel. El Tontito Marktuein, se había puesto un sombrero tipo baquero y una manta. De seguro había visto el afiche en el cine de la película El Bueno. El Malo y El Feo con clint Easwood.
Otra vez en la feria dominical, iba agarrado por aquí una fruta, por allá un tomate, un pepino o una cebolla y los echaba en la caja de cartón.
Verdaderamente es un individuo pobre de alma y pobre de cuerpo que deambula por todos los lugares tratando de hacerse de amigos, o hacer gracias con sus palabrotas e insultos, que terminan con el consabido EH?..EH?
¿Si será bestia?
Todos los habitantes de esta localidad lo miran con pena y con un poco de rabia, ya que la meica del pueblo que más parece la bruja, es la que lo induce.
La bruja muy cariñosa le decía…Anda tu puedes escribir, si eres muy bueno haciéndolo, tanto y tanto se lo le repitió, que el tontito, tomando una propaganda de motocicletas japonesas, no halló nada mejor que garabatear un bodrio que por título decía “Montado en una Harley””.
Un cuentejo sin pies ni cabeza, en donde con la única neurona que tiene, trata de demostrar que sabe escribir.
Ni que decir de una gran edición mal titulada “ Camino al Paraíso” En donde estrujando la única neurona y en una línea y media, garrapatea ser una culebra calida tratando de entrar en…no se sabe quién …Creo que no es una mujer
MARKTUEIN…..Eres un gil…..y lo peor creo que no te gustan las mujeres.
Vaya donde su amiga la bruja del 71. Esa la que le arregla los bodrios de cuentos que pega en la pagina. EH..EH..EH jajaja
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