Que no hay llanto en vano
más que aquel que no
se da cuenta de lo llorado...
Será el hambre, el frío.
o el dulce arrebatado
el llanto de aquel niño.
La risa que ya no pudo más
y hasta por los ojos escapó
Dos gotas o más
que regaló su mirada,
dime? estabas ahí?
quizáz no te vi
y me diste una sonrisa
quizáz no la necesitaba
reía de alegría
o el llanto no tuvo un porque?
Con el tiempo entendi
con el tiempo comprendiste,
tu también a los ojos cristalinos
te sonrien hoy a ti
la ternura de los momentos
que guardó y los reveló
sin dolor,
sino sabios, llenos de luz
Texto agregado el 08-02-2009, y leído por 144
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