Un encuentro casual, de casualidades del destino, sin interferencias, las palabras como sonidos graves, aparecieron nuevamente en mi teclear timido luego de un adios.
¿porque?
Como con eco en mis oidos, sin poder explicarlo, sin poder responderlo.
El joven se hizo adulto por unos momentos, en conquista madura, y dulcemente historias por parte, se intercambiaban por frases en la pantalla.
Un escape sin tiempo, una hora...,eternidad, donde la palabra amor repetida celosamente sonrojaba mis mejillas adultas.
No aceptar el adios, juramento de amistad, en incumplimiento, mentiras piadosas, en un estar, y el no querer herirlo.
¿Porque adios?
Nuevamente mi herida mas profunda que la suya, su madurez, crecer hacia mi en palabras disfrazadas de un sosten equilibrado.
El pensar por un instante en despedida, bye, ¡portate bien!
Adios, simplemente adios de mi parte, tan solo bye.
La nada.
cont. |