Siento esos días, en que todo era distinto.. una especie de bruma lo inundaba todo.
Puede que fuera el humo de su cigarrillo o el vapor de su respiración, era invierno pero con el todos los días eran primaveras ocultas.
Cuando decidió verme, fue insólito como mi piel quedaba sin fueras autónomas y pasaba a ser poseída por fuerzas extrañas.
Cuando me habló y me señaló con el dedo, me di cuenta que era a mí a quien hablaba, una especie de película sin editar, un destello de aproximadamente un minuto.
Fue eso..
-Baja - Leí en su boca que me dijo.
No podía, pensaba, gesticulé..
Nos miramos como si en el otro encontrases lo que se te había perdido hacía algún tiempo, pero nada coincidía, era una especie de trivia mal jugada, un espasmo que pronto pasaría de no ser porque estábamos siendo parte de una realidad irreal, un sueño de un día equis, un espejismo de una noche de martes.
Así como en las películas nuevamente recuerdo, cuando no todo es posible pero a la vez lo es, eso fue, un encandilamiento de la memoria para hacer propio ese recuerdo por siempre.
La segunda vez que nos vimos, fue en un parque, no me vio, es seguro, pero lo sentí espiarme, aunque eso haya sido producto de mi imaginación, lo sentí cerca como si de pronto me llamara como aquel día en que nos vimos por primera vez..
Que ilógico, me dije a mi misma.
Que maravilloso sentirse así, sentía en mi cuerpo al mismo tiempo en que me decía lo anterior.
Una especie de karma fue ese muchacho para mi vida que aún lo recuerdo.
Recuerdo sus ropas, su pelo, su mochila y lo descuidado de su rostro, como si tuviera una imagen fotográfica en mi retina lo recuerdo hoy como ese primer día en que todo cambió..
En que es parte de una vida ajena a la mía, y que nunca pertenecerá a la mía, pero sin embargo es grato sentirlo o verlo de vez en cuando porque sin darme cuenta siempre sé que sucede con su vida, como si me llegara un diario de él todos los días en donde me informara de su paradero y de sus intenciones o desintereses.
Es grato saber que lo tengo siempre conmigo, que aunque crucemos letras o sonidos, sabemos que estamos ahí para cualquier llamado de emergencia que surja.
Porque sé que quiere estar ahí para mí, tanto como yo para él..
Porque es parte de la portada de un diario, del diario que compro todos los días.. a la misma hora y a la misma compañía.
Desperté y me dije:
Ohh.. nuevamente fue todo parte de un sueño!
Damn it! |