LAS HELADAS
(Dedicado)
Me levanté una mañana fría, como muchas otras de ese cruel invierno... Al mirar por la ventana descubrí como la helada del amanecer había cubierto de escarcha todos mis sueños, el congelado aire en mis pulmones, me recordó hacía cuanto tiempo mi corazón no latía tan fuerte y me desperté realmente, de este letargo en el que estuve sumida por 15 años.
Mis siembras, congeladas en el tiempo por estas heladas malditas.
Pasó frente a mis ojos, la vida, la muerte, la ilusión, el desamor y no fui capaz de verlos, hundida y cubierta por la blanca escarcha que congela y paraliza, aquella que incluso durmió mis temores, para engañarme, para detener mi vida y despertarla de pronto, sin cosecha, sin frutos, sólo sinsabores.
Salgo al fin del helado capullo que me escondió durante años, salgo para vivir, para sentir, para desprenderme de cargas ajenas. Enciendo la hoguera que entibia mi alma y derrite las barreras que me apartaban de lo que anhelo.
Mi corazón escarchado, vuelve a latir con pasión... y sembraré de nuevo mis sueños, en aquella tierra fértil, alejada del invierno. |