El hombre, aconsejaba a su amigo abrumado por los problemas.
-Mira- le dijo- todo es nada más que un asunto de perspectiva.
-Yo, lo que sé es que tengo muchas deudas, malas relaciones con mi mujer, discusiones con este y este otro, una orden de embargo, ¿Cómo quieres que me sienta?
-Harás lo siguiente- repuso el amigo-, imagina que te ves desde arriba y que cada vez te vas alejando más y más y más y más. ¿Me sigues?
-Si. Me voy empequeñeciendo, cada vez más ínfimo, poco a poco me voy transformando en un punto. Interesante.
-Ya, continúa imaginando que ya estás fuera de la estratósfera, ¿Qué ves?
-La tierra, cada vez más pequeña, una diminuta bola azulada y yo convertido en un puntito, ¡que bello!
¿Te das cuenta de lo infinitamente pequeños que somos y la forma enfermiza como agrandamos nuestros problemas?
-Si- dijo el atormentado- sólo algo me molesta de todo esto.
-¿Qué cosa?
-Ese puntito negro que se divisa en la pequeña esfera que es la tierra y que no puede dejar de molestarme…