Si entre los misterios de tu ropa, impregnada esta la nostalgia de un ser feliz, me entrego a tu piel cual si fuese un perdido embrujo de luna de marfil.
Me descubriste perdido entre tus botones castos, pues nadie te habia hecho mas feliz, sonaron las campanas y mi historia descubrio un final azul,
mientras mis labios pendientes alcanzaron la comisura de los tuyos
dulces, intensos, maduros, eternos...
Y la historia empezo de nuevo, como si nunca la hubieseis contado, como si ella brotara de tu pensamiento espontaneo. Y empezo ese dulce flujo de palabras amasadas con fuego, brotaron sin forma, salpicando contra las paredes de tu interna suerte de mananas descalzas.
Descanzamos nuestros pasos en la vereda con sombra, mientras fumaba. Mientras el humo de la noche nos rodeaba, prosiguio hablando de su pasado de estrellas etereas. La vi entre sus palabras, desde que fue una nina. Vi pasar sus sonrisas y dolores entre las nubes efimeras de aquella noche sin lazos, sin temores.
Hablamos un idioma entrecortado, con risas, abrazos y encanto. Tu me dijiste que fuera, que encuentre tus pensamientos en la pequena hostal, en la diminuta cueva.
Y por poco tiempo vivimos en la noche que unio nuestras reglas,
vivimos los suenos del paraiso sin temores ni penas,
Despues, sin darnos cuenta, hablamos de un pequenio lugar en donde talvez la luna encienda el fuego sin restricciones directas...
y fuiste tu quien formo un nosotros y fui yo quien tomo tu mano enla niebla...
y ahora contamos la verdadera historia, que otros entender no pueden, que alegra los rostros de una sociedad sin exhuberancia fraterna.
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