Cuantas veces un aguilucho tropezaba con el vidrio Cuantas veces me quedaba con los dedos entre las ramas de los árboles hasta volar. Habito en una rotación implacable Con un amor casi círculo o casi rueda sobre un azul fangoso y sin ruidos.
Texto agregado el 04-02-2009, y leído por 545 visitantes. (18 votos)