Clavado en la cruz
para salvar al pecador,
Bendito seas jesús,
Bendito seas señor.
Tu camino fue tortuoso,
cuanto dolor y cuanta pena,
más moriste por nosotros,
en aquella noche negra.
Sálvame de mis pecados,
apiádate te lo pido,
si es que puedes escuchar
a un pecador arrepentido.
Mi Jesús sacramentado
mi corazón te pertenece,
aunque se que he pecado,
mi fe crece y crece.
Mi oración de la mañana
te envío Padre Santo,
y en toda la semana
te alabo con mi canto.
No me olvides nazareno,
dame valor y paciencia,
dame de que yo espero,
tu poder y omnipotencia.
No me permitas señor,
el caer en el pecado,
con fortaleza y valor,
he de seguir a tu lado. |