Con corbata en cuello estoy corriendo como un carterista escapando del hocico del un perro policía. Intento llegar a tiempo, intento matar segundos antes de que ellos lo hagan, veo mis calzados polvorientos… todavía dan para más.
El sol es hermoso, pero es un factor desagradable en este momento, ya que me quema sin piedad, mientras mi mano sudada contiene un documento muy… muy importante para mi.
Llego al lugar indicado, entro todo desgastado por el trajín, saludo a medio mundo todos piensan que vine por otro motivo… me da coraje… los ignoro… solo quiero entregar mi hojita miserable con manchas de sudor, polvorienta, pero con un significado mayor que cualquier otro documento que firmé.
Al entregar el papel, recibí la palabra mas sencillas pero con un significado que no logro describir hasta ahora… “Listo”.
Ahora queda esperar como judío.