Solia caminar por ese parque, en la noche, en la tarde y uno que otro dia en que mi cuerpo no encontraba otro cuerpo amigo. Solía tambien caminar en otros lugares, acompañado de más cuerpos, de más entes, de amigos, de mujeres, de mi novia, mi amante; mi perro.

Yendose están ésta tarde aquellos días en que solía caminar sin dirección.

El día en que sabía iba a ser el final de mi relación, ahí estaba, planeando cocinar una vida entera (ésta) con ella, en ese mismo parque, ambos recordando los manifiestos días de cama, días que no caminabamos, noches que no dormiamos, no hize nada, había descubierto que ella ya no era feliz a mi lado, o sí lo era, tambien se sentía así al estar con él, yo qué diablos iba a saber quién era él, nunca sospecharía que él se convertiría en ese mismo día en el destripador, aquel que sacaría mis entrañas y las exhibiría a la sociedad esa tarde, esa noche, estos días que estan transcurriendo.

Después de terminar la relación de mi vida, conocí a la verdadera mujer de mi vida, era ella yendo con otro cuerpo, un ente más, Sólo sé que no era yo, que volvi a caminar, cinco, tres, dos, luego una sola vez por aquél parque buscando su aroma, que sin creerlo olvide, y cuándo el invierno me invadió al empezar a olvidar su voz le llamé, pero colgue, y decidí mudarme a otro parque. Quién diría que el destino ahí nos iría a juntar, ahí estaba ella del otro lado estaba yo, sus ojos lo de una amante más, no los del amor de esta vida, me acerque a saludarla, era una ninfomana más, pero feliz.

Entonces, mis pasos necios me llevaron a un billar, de gente antaña, sin jovialidad alguna, nosé que me afecto más si el olor a orinal desprendido del sanitario o el hecho de que me hallan comentado que aún cuando me triplicaban la edad yo parecia uno de ellos.

Yendose estan ese y otros tantos días, hoy estoy buscando algo que sé encontraré y atraigó con este texto.