Pinocho es sin duda un cuento de terror, un cuento terrorífico y ejemplar para los niños.
Empecemos por Gepetto, el papá de pinocho, un carpintero de mala muerte, viejo y soltero que se da cuenta que a la vejez desea tener un hijo. Lo fabrica en madera y el muy maricón lo mete en su cama para que le de calor...
Pero Pinocho, como buen hijo de padres viejos, es consentido y mimado. Tan desobediente que no le gusta la escuela, y ahí viene la otra cara del cuento, la xenófoba, ¿ Quién lo secuestra? Un gitano ( parece escrito por un español). Tampoco es muy normal que el mejor amigo de un niño sea un grillo, un repulsivo grillo verde que tampoco tiene edad para andar con niños.
Lo gracioso viene cuando Pinocho escapa del malvado gitano y ¿ Vuele con papá? Claro que no, para que le parta su culito de madera el viejo prefiere seguir gamberreando por ahí y se lo lleva el tío del saco a un parque de atracciones donde aprende a disfrutar de todos los placeres adultos ( alcohol, juego...) Pero su papá mariconcete va rescatarlo y que carajos: se los traga una ballena ( un animal tan hermoso y encima malo, hay que joderse). Por otro lado, Pinocho es mentiroso y cuando miente le crece la nariz, nariz fálica con la que disfrutaba Gepetto...
Al final Pinocho obtiene un corazón y se humaniza para contento de su padre abuelete, a partir de entonces no sabemos lo que pasa, pero suponemos que al menos le cambiará su papá esa ropita de niño retrasado y a saber qué más cosas.
Walt Disney demuestra una vez más su calenturienta sesera con estos cuentos clásicos.
Feliz domingo. |