Desde un camino lleno de dagas,
como uña enterrada en la neurona,
como excremento de mentiras,
como la verdad se transforma en lo casual.
Dejo lo existencial, lo inusual, todo atrás.
Si la cadena se rompe en algún momento,
mi vida ya no existirá mas,
dejaré de ser el imbécil de siempre,
para transformarme en un lunático sediento de carne humana.
Cuando mis ojos se cierren,
estaré entre la línea de mis brazos inertes,
sin nada que coger, que soltar, que tocar.
Una cámara indiscreta en mi columna,
no deja de llorar,
nunca a obtenido lo que a deseado,
todo me lo han robado.
Nunca es temprano para reaccionar,
mejor cállate y vuelve a enterrar la estaca,
traspasa el sonido de mi respiración,
si crees ser capaz de matarme,
corta la cruz de mi pecho,
y déjame liberar de mi encierro la demencia,
para matar todo lo que se me acerca. |