Me reduje a un átomo sin juicio, a un vano cotidiano, a una pereza ciega a un pobre autista …auto autista vacío Hay un atisbo de fe que emerge de mi ácido aliento Que se llama, por suerte, mañana; Pero nunca ha llegado.
Texto agregado el 31-01-2009, y leído por 122 visitantes. (3 votos)