Golpes caen furiosos
sobre montañas hundidas,
furiosos,
nublando prospectos de alegría,
colmando mares de oscuros y tristes pensamientos.
Derritiéndose a lo lejos
esperan tranquilos los instantes sumisos,
olvidados.
es que caen tan furiosos
que se pierden los soles en nuestros ojos
y en la noche
la luna muerde a los ciegos.
Texto agregado el 31-01-2009, y leído por 494
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