Inicio / Cuenteros Locales / polita_jo / Efecto mariposa
Era una tarde de invierno fría y oscura.
El día terminaba entre el quehacer de responsabilidad universitaria y la actividad voluntaria pero moralmente obligatoria de la participación política.
Nos despedíamos después de acordar las acciones del día siguiente.
Hasta el “hasta mañana” era clandestino.
Un comentario antes de partir me hizo sentir un escalofrío lacerante.
Una compañera, integrante de aquel grupo aún no se podía retirar pues debía esperar a su nueva pareja, y el compañero en cuestión aún estaba en reunión.
El compañero… quien ostentaba el más alto cargo de la organización clandestina en aquella universidad, se había convertido desde hace un tiempo, en el hombre que yo más admiraba de entre aquel grupo de entregados jóvenes combatientes y aquel comentario, se convirtió de pronto en la más intensa tortura que podía sufrir una joven de tiernos 17 años.
El regreso a casa fue acompañado de un dolor lacerante… ¿Qué dolía?...tal vez la cabeza, el corazón, el estómago…el alma.
Aquella tortuosa noche me acompañaron fantasmas que se reían incansablemente de mi desilusión.
Me alejé…me perdí de todo y todos.
Y pasó la vida.
Veinte años después…encontré una fotografía en una página publicada en Internet… Conozco aquella mirada…esa sonrisa.
Una dirección de correo… Y movida por el recuerdo y la curiosidad, escribí:
“Estimado Señor.
Tal vez no se acuerde de mi pero nos conocimos hace 20 años en la universidad…”
Y un “Deja Vu” se hizo presente cuando una voz del pasado se escuchó al otro lado del teléfono.
¡Hola! –Dijo.
¡No lo puedo creer! -contesté-.
¿Dónde estás? –preguntó.
En mi lugar de siempre…
¿Por qué desapareciste de mi vida?
Porque entonces elegiste a otra y no a mí…
Esa historia nunca fue real…comentó. Si hubieses estado, si tan solo nos hubiésemos encontrado…Pero ya ha pasado una vida entera.
Tienes razón… Una traviesa mariposa se cruzó en nuestra historia desencadenando un efecto que ya no nos es posible revertir.
En mi recuerdo está presente tu intensa mirada y tu linda sonrisa –argumentó.
Y en el mío…el querer que entregué a un hombre que, sin siquiera saber…nunca olvidé –respondí.
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Texto agregado el 28-01-2009, y leído por 107
visitantes. (5 votos)
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Lectores Opinan |
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14-05-2009 |
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Bella historia...que me obliga volver al pasado. Un gran abrazo y miles de estrellas!!! Amirita |
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13-02-2009 |
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El simple aleteo de una mariposa mueve el aire de modo que todo a su alrrededor cambia. El problema es que hay tantas y tantas mariposas
aleteando que es imposible saber si las cosas son mejor antes o despues. Se añora la viviencia que nunca ocurrio, aunque quizas fue para bien...nunca se sabe. Saludos 5 ] VIGIA |
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29-01-2009 |
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Tantas veces nos apuramos en nuestras concluciones, si tan solo tubiesemos mas paciencia. foruslegolas |
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28-01-2009 |
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Esperaba un plagio, me sorprendio una linda historia. Me gusto y me convencio aún mas de que la historia (por cotidiana que sea) no la escriben los cobardes que se resignan a los caprichos del destino. Damian_Diaz |
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