Como una pesadilla
Me hace refrenar algún tipo de codicia,
su brazo extendido hacia el océano,
su cuerpo no-inmortal,
… una cadencia solemne,
una provocación que me obliga,
que me hace gritar cosas impensables.
El sortilegio de aguas abismales,
con ella, con su brazo extendido,
señalando un deseo ajeno,
no-mirándome,
de espaldas ante el destino improvisado,
tenebroso…
Sus tobillos cubiertos con espuma,
no avanzo,
la contemplo atomizado,
desde una lejanía espantosa.
… si, estoy refrenado.
El viento y ese mar tumultuoso,
Ella, con su brazo extendido ante la bastedad monstruosa…
¡la cresta verdosa de una marejada!,
¡de ojos salinos!,
¡un Zeus ajeno la cubre!.
Ya no la veo…
El tiempo se codifica en las nubes,
respiro,
me veo corriendo por esa orilla desganada,
ella ya no esta… no esta.
No pesadilla
-¿Donde esta el cuerpo?.
-Ahí, junto al roquerío.
-¿Tomaron las huellas?.
-Si…
-¿Alguna identificación?.
-No…
-¿Algún reporte de persona desaparecida?.
-No hasta el momento.
-…
-…
-¿Qué te sucede?, ¿la conocías?.
-No… pero es demasiado joven… solo eso.
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