Cuando llegué del futuro encontré mi cuerpo tendido a un lado de mi cama, mi rostro aun reflejaba la sorpresa que le había causado el leer esa nota que yo mismo me había dejado un día antes sobre la mesa de noche, en la cual se leía en un borroso trazo por la premura:
“Ten cuidado mañana justo a las 10:05 de la noche una bala perdida entrara por la ventana de tu habitación, ¡causándote la muerte!” y después describía detalladamente cómo era que todo iba a suceder.
Al parecer había leído la nota segundos antes de las 10:05 de la noche, porque en lo único que la escena había cambiado con respecto a la descrita en la nota, era tan solo que la bala había entrado unos cuantos centímetros desviada hacia la derecha del centro de mi cabeza, quizás porque al leer la nota quise tratar de esquivar la bala.
En ese momento todo fue muy confuso, y no entendía bien como podía encontrarme en esa situación, viéndome muerto sobre el piso de mi habitación, pero de repente todos los recuerdos entraron a tropezones en mi memoria, y en ese momento lo entendí, - claro debí habérmelo imaginado- pensé, - ¡yo!, encontrarme una nota anunciándome mi propia muerte, siempre he sido un incrédulo, nunca lo hubiera creído, olvide ese pequeño detalle cuando me escribí esa nota- ahora sé que no solo no creí, sino que además quise burlarme del destino parándome justo donde la nota indicaba que la bala pasaría, ¡que incrédulo!-
Y justo en ese momento fue donde comencé lentamente a entender, supongo que en ese instante empecé a morir, y en medio de un cosquilleo que envolvió mi cuerpo cerré los ojos y me deje traer por una extraña fuerza hasta acá donde estoy parado en este momento frente a ti.
San Pedro miraba atónito a aquel pequeño hombre que le narraba esta fantástica historia, sin dar crédito a sus oídos, movió su cabeza como tratando de apartar un manto invisible que le impedía entender, y mientras se acercaba a un botón rojo ubicado justo al lado derecho de la gran puerta de oro que estaba detrás de él le dijo con un gesto de incredulidad, -¿en verdad quieres que crea eso? ¿ademas acaso eso tiene alguna logica?- luego mirándolo en una forma paternal le dijo –no seas tonto, ya sé que eres tu- y después de decir esto oprimió el botón que abrio una puerta trampa justo debajo de aquel hombre, por donde cayó hacia la oscura inmensidad del infierno gritando y maldiciendo.
Cuando con un golpe seco su cuerpo se estrello contra el duro piso del infierno, miró hacia arriba enfurecido, y diciendose a si mismo, -creo que se dió cuenta cuando le dije que podia viajar en el tiempo, aaj!-, y mientras se incorporaba, hecho un ultimo vistazo al cielo y grito -¡¡La proxima vez lo conseguire!!-. Y así, refunfuñando y sobandose la espalda con un brazo, el diablo se perdió en la negra inmensidad de su reino.
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