Llego de los laboratorios donde me acabo de hacer unos análisis de sangre. Entro a mi casa, y en la sala viendo la televisión están Mamá y Sobrina. Le doy el sobre con los resultados a Mamá y le digo:

- Malas noticias… - veo la cara de asombro de Mamá - … estoy embarazado.

Mamá ignora mi obviamente hilarante comentario y regresa a ver los resultados. Sobrina es la única que me sigue los chistes en esta casa, a veces creo que es la única que me entiende, y solo tiene 3.

- ¡¿Estas embarazado?! ¡¿Pero, como puedes estar embarazado?! – me pregunta pasmada por mi comentario-.

Para evitar meterme en todo de ese embrollo de “Cuando Mamá y Papá se aman… viene una gaviota de París…”, decidí responderle a mi manera.

- Ah, pues muy fácil, me comí a un bebé – no se preocupen, Sobrina esta acostumbrada a oír todo tipo de estupideces de mí -.
- ¡¿Te comiste a un bebe?! A verlo.

Me levanto la camisa, y le enseño la barriga cervecera (claro inflada con aire para parecer embarazado). Voltea y me dice lo que me hizo carcajear y contarles esto.

- Ay tío, ¿Por qué te comiste a un bebé? Te dije que los bebés no saben a pollo…