Hoy me encuentro ante este papel reposando en la mesa y siento, al verlo en blanco, el deseo de contarte a vos que esta leyendo la historia de un alma que erró su camino. Un alma que busca la absolución a su pecado, un alma que en parte me pertenece y, digo en parte, por que su otra mitad partió cuando le dieron la espalda.
Todo comenzó al pensar que el no me quería, tal vez el error fue mió y este dolor al no tenerlo es lo que merezco pero, ahora que afronto su indiferencia es cuando realmente veo que lo perdí…
Jugué con mi suerte y creí que sola podía pero no era cierto, me equivoque y le hice daño. Todo lo que construyo y el lugar donde me cobije lo destruí en un instante, en solo un segundo toque fondo lastimando no solo mi ser sino también a quien mas amé… creo que lo único que queda es pedir perdón,…“perdón por no cuidarlo”…; perdón por no pensarlo”,…“perdón por no usar lo que nos separa de los animales, LA RAZON”. Quizás, y es lo mas probable, que al escribir esto nada reciba y, lo entiendo por que el no haberlo respetado lo amerita, se que no es excusa pero… tuve miedo, miedo de demostrar que lo quería, miedo de sentir que lo necesitaba, miedo a la ilusión de que le pasara lo mismo y que solo fuera eso… una ilusión.
Esto que expreso es un simple y desesperado deseo de reducir mi dolencia, y para vos que estas leyendo; también te pido perdón, por que se que no soy la única que comete este terrible error
Pero también quiero dejar latente mi sincero deseo de que no se repita en vos…
Si te lastiman nunca actúes por despecho, no pagues con la misma moneda. Solo chocaras con la cruda realidad y esta es que para el otro la vida continúa y solo conseguirás quedar estancado en un estúpido rencor que seguirá abriendo una herida en tu alma.