Dedicado a todos los que me aman y desean mi felicidad.


Resulta que agarro la catorce. Voy, piola, como un campeón. Escucho un solazo de Steve Vai y me como unos 9 de oro, así con una sola mano, tranqui. Voy piola, nada raro, pocos coches, algún que otro scania lenteja pero todo bien. Agarro el camino que empalma para Paso de los Libres. Chocho de la vida porque no hace frío ni calor, el aire está limpio, el mionca va suave, lindo, piola. Y en eso podés creer que siento que algo cae en el techo. Digo "una piedra no puede ser". Bajo un cambio, amago a sacar la sabiola por la ventana y me cae un garco del tamaño de un huevo frito acá en la frente. Yo digo "a la mierda, me cagó un cóndor". Me caga el parabrisas también. Fue un garco aéreo monumental. Tuve que parar para limpiar el vidrio, porque si no no iba a ver un joraca. Imaginate. Paro al costado de la ruta y veo ahí nomás uno de esos pajarracos de las películas, así como un peterosaurio. Te lo juro por mi vieja, un peterosaurio. Y digo "qué ser más zarpado".