Caía el sol tras la montaña, Eran tiempos de espera y silencio. No necesitaba las palabras, todo era mental. El agua corría descalza sobre mi cuerpo Y las rocas eran el sostén para no, Pensar que estaba entre nubes de cielo. Las flores aromatizaban mis pulmones Que querían apagarse en fuego, Producto de la naturaleza que ardía. Entonces comencé por caminar descalzo Sintiendo la hierba entre mis dedos, Y termine por llorar de tanta felicidad. Encontré por fin la paz tan ansiada, La disyuntiva se esfumaba Dibujando en la pared del bosque precisión. Comenzaba a caer la noche sobre mi piel, Poco a poco se iba la luz internado en la profundidad Y la armonía, me hacia despertar desnudo en la mañana.
Texto agregado el 24-01-2009, y leído por 125 visitantes. (1 voto)