Caricatura
Y ahí estaba como de costumbre las cuatro de la tarde en punto, frente al televisor un plasma ultima tecnologia,
En el restaurante la gente entraba y salia, comía, se reia, los nervios apretaban sus dos cachetes de marrana, No lo vimos sino hasta dar los golpecitos con los pies, al resbalarse de la silla, su mirada quedo en el techo, derrepente todo era nerviosismo, los que entendian más del suceso pusieron un pañuelo en la boca y masajeaban su cuerpo obeso, eran las cuatro de la tarde y su mirada recorria las paredes del lugar, como un relampago mudo cayo sobre las espalda el pesar, el pesar de ver su ultimo suspiro, profundo e interminable, lo vimos así antes de irrumpir la ambulancia que lo llevaria al centro de salud, pensamos lo peor y su madre lo acompaño supusimos que no volveria más.
Eran las cuatro de la tarde del día siguiente y como de costumbre sentado en la mesa N° 11 obsorto en el televisor de plasma, el niño obeso miraba su caricatura favorita, casi sin respirar, era materia fantasmal.
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