Me pregunto
si las obras que ejecutan
los hombres quedan postreras,
de cemento, arena y yeso,
y resisten la erosión del tiempo,
las torres
que no se salvaron
del atentado explosivo
en un país lleno de
libertades individuales,
y las muertes lentas
agónicas de los niños anónimos
de Africa.
Beinvenida Angelina Jolie, que
por lo menos agita menos la
muerte de unos pocos.
Me pregunto
si la obra llevada a cabo
por el sólo surgir de los óvulos
al encuentro de pocos xy
saltarines, intrépidos, audaces,
que atraviesan
sudorosos endometrios mullidos,
y se instalan para
lograr el milagro
de la vida,
tienen por excelencia
divina
el placer de nacer
en un lugar
elegido, sin
HAMBRE.