Tomo mi lugar en mi aposento
Que goza nuevamente de mi presencia
Después de luchar salvajemente
Por la victoria conseguida,
Tengo en el pecho una grave herida
Mudo testigo de un ataque mortal
Que no tuvo mucha fortuna.

Hay algo que me lastima más
Que el maldito latido de la herida,
Es la huida de mis compañeros
Al creer perdida la batalla,
No comprendo porque el abandono y
El porque de la renuncia a la lucha,
Traicionaron sus ideales y principios
Escupieron mi confianza y mi amistad,
Ayudaron al enemigo a matar a los nuestros
Al no cubrir sus espaldas ni sus corazones,
Es algo que retumbará en mi mente
Hasta que descansen mis pasos.

Me queda un sabor agridulce
Después de esta bendita batalla,
Que me permitió matar al enemigo
Conocido hace mucho tiempo y
Conocer a nuevos puñales y dagas
Que tendré que eliminar y
Olvidar que eran mis amigos,
Me olvidare que antes defendí
Con mi sangre sus espaldas.

Esperare con paciencia el momento,
El cual me permitirá terminar su penuria
Mirarlos a los ojos y terminar el trabajo
Los haré mirar la tierra que cubrirá
Sus cuerpos inertes y destrozados,
Haciéndoles el favor de acabar
Con la persecución de su conciencia,
Porque los que no tienen principios y
Pisotean sus ideales junto con la amistad,
Muertos en vida están.