EL MUNDO EN MINIATURA
Este escrito trata fundamentalmente de contradecir a aquellos que nos hacen creer que vivimos en un mundo de espejitos de colores y fantasías. Soy de los que piensan que la verdad es la base de la justicia y la equidad, que es justamente lo que en el mundo no abunda.
Hace rato que vengo repitiendo la frase: el gran problema de la humanidad es que
unos pocos tiene la mayor parte de los recursos y riquezas, mientras que la mayoría de la población tiene que conformarse con las migajas.
Para ratificar esto, me puse a investigar un poco estadísticas mundiales y nacionales, llegando a la triste conclusión que la realidad es mucho peor de lo que me imaginaba.
Existe un proyecto llamado “The miniatura earth” que fue publicado por primera vez en febrero del 2001 escrito por Donatella Meadows. El mismo consiste en reducir toda la población mundial – un mundo en miniatura- en cien personas.
El sitio de Internet que se hizo muy conocido por cadenas de mail ya ha recibido mas de dos millones de visitas y la visión que nos aporta con estas estadísticas simplificadas,
es de un mundo moderno pero lleno de injusticia y pobreza.
Las estadísticas han sido actualizadas basándose en publicaciones especializadas sobre la población mundial creado por Naciones Unidas, PRB.org y otras fuentes.
Si pudiéramos reducir la población de la tierra de 6.000 millones de habitantes a una pequeña comunidad de 100 personas, manteniendo las proporciones de hoy en día, nos encontraríamos que:
- 61 son asiáticos, 13 africanos, 12 europeos, 8 norteamericanos, 5 sudamericanos y caribeños y solo 1 de Oceanía.
- - 50 son mujeres y 50 son hombres, con una leve ventaja de las mujeres.
- 47 viven en un área urbana.
- 9 son discapacitados
- 33 son cristianos en cualquiera de sus versiones, 18 musulmanes, 14 hinduistas
6 budistas, 13 practican otro tipo de religión y 16 no son religiosos.
- 43 viven sin sanidad básica.
- 18 no tiene una fuente de agua potable.
- 6 personas solamente poseen el 59% de todas las riquezas y recursos de la tierra.
- 13 están hambrientos o desnutridos
- 14 no saben leer.
- 7 apenas tienen educación con nivel de secundaria.
- 12 tiene al menos una computadora.
- 3 tiene conexión a Internet.
- 1 adulto entre 14 y 49 tiene VHI / SIDA.
- Por cada dólar que se destina a ayuda social se gastan once dólares en armamentos.
- Solo 25 tienen comida en la heladera, ropa en un ropero, una cama doble para
dormir y un techo sobre su cabeza.
- 18 estarán luchando con sobrevivir con un dólar o menos al día.
- 53 (incluido los anteriores) sobreviven con dos dólares o menos al día.
Sin palabras. Ahora ya sabemos que vivimos en un planeta desbastado donde unos pocos se han apropiado de casi el 60% de los recursos. Lo trágico que lo hace a expensas o en convivencia millones de personas hambrientas o que le faltan necesidades básicas.
La República Argentina no escapa a esta gran aldea. En algún aspecto estamos mejor,
como educación, sanidad y hasta tenemos un producto bruto interno decoroso para un país latinoamericano. Tenemos más mujeres que hombres, lo cual no esta mal, porque aparte de sus atributos naturales de belleza son las que más estudian y terminan la Universidad. Nuestra población es mucho más urbana y la tendencia es que el campo se vacía y solo quedan las vaquitas y la soja que cada vez son más ajenas.
Pero las diferencias entre ricos y pobres es semejante a la pequeña aldea.
En estos últimos años, después de la debacle del 2001 se ha concentrado más aun la riqueza. En efecto si tomamos las mejores 100 empresas del país, estas abarcaban el 66,5% del total del valor agregado en 1993 y para el 2004 llegaron al 72,1%.
Lo curiosos es como fue cambiando el patrimonio en esos años. Según el Indec y ahora tomando las 500 empresas más importantes en 1993, 281 eran argentinas y 219 con algún origen extranjero. En el 2004 solo quedaban 165 argentinas y 335 son extranjeras, las cuales derivan sus ganancias a sus países de origen.
Volviendo al esquema del pequeño mundo el 6% de los habitantes es decir, algo más de
dos millones viven con total comodidad y opulencia. Son los propietarios de más del 50% de las propiedades y campos. Son los que consumen más automóviles 0 Km. Son los que terminan el secundario y muchos la universidad. Son lo que exportan, los que mueven toda la economía, los que pueden irse de vacaciones al exterior y tiene una obra social privada. En definitiva los que viven bien. Con lujo.
El resto puede no pasar necesidades, que es la famosa clase media argentina, que no es
ajena a los avatares de la economía. Obreros, empleados, pequeños comerciantes que logran sobrevivir dignamente se están convirtiendo en una rareza en un mundo concentrado. Y por supuesto tenemos nuestros pobres y desnutridos, aquellos que justifican una mortalidad infantil promedio de 10 muertos cada mil niños nacidos. (En varias provincias es el doble).
Los dirigentes mundiales deben comprender que los recursos se acaban y que no pueden apropiarse de los mismos con invasiones económicas o militares.
Este es un mensaje que cada vez les llega más a nuestros líderes políticos y religiosos. El sistema ha colapsado justamente porque han hecho oídos sordos a este reclamo.
Esos pocos que manejan las finanzas mundiales, porque en este pequeño mundo me olvide mencionar que de los 6 más ricos, cinco son norteamericanos y uno europeo o chino son los que tiene las respuestas para el mundo no colapse.
La solución es simple.
Con solo parar las guerras podríamos alimentar a los hambrientos que viven con menos de un dólar. Con solo un porcentaje de las ganancias de este pequeño grupo poderoso,
se podría dar salud y educación al resto.
Con los billones de dolares por el salvataje de la crisis internacional que se les esta otorgando a los bancos, empresas de seguros y multinacionales se podrían pagar todas las hipotecas y la mayoría podría vivir sin trabajar por el resto de su vida.
Algo tiene que cambiar.
No es una utopía, es una salida.
Y es la única opción que tenemos.
Marcelo César Suárez
23 –01 - 2009
Publicado en el diario "EL OESTE" de Mercedes Bs.As. |