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¿QUIEN DERRAMARA UN POCO DE ESPERANZA SOBRE NUESTRA PATRIA SUFRIDA?..........

¿Quien derramara un poco de esperanza sobre nuestra patria sufrida?
Donde sus verdes campos ya no tienen olor a musgo, a bosques, a frescura de selva;
ya sin olor a fango, olor a lluvia, a manantiales, a verdes praderas;
hoy solo huele a sangre, a pestilencia de heridas, a pólvora macabra;
solo huele a tormento de muerte, aflicción de espanto, a tribulación de guerra.

¿Quien derramara un poco de esperanza sobre nuestra patria sufrida?
Donde el sonido estridente de los ríos se ahoga por el motor de las lanchas guerreras,
que en sus interminables recorridos, contamina, sus enmarañadas riveras;
donde el rugir de las fieras salvajes es acallado por los cañones, disparados en febril delirio;
donde el traquetear de las metrallas apaga el canto de las aves, los pájaros y sus silbidos;
donde las bellas nubes de nuestro cielo son opacadas por el humear de los aviones asesinos.

¿Quien podrá derramar un poco de esperanza sobre nuestra patria sufrida?
Donde en sus campos ya no hay frutos ni cosechas que alimenten a la vida;
solo se siembran drogas para matar y corromper a la humanidad permisiva;
donde hoy la comida es el combustible, y el combustible el hambre misma;
donde la tierra, el ganado, ya no son el recurso del campo; tampoco la producción agrícola;
ellos, solo son el botín en disputa, de los grupos despiadados, armados en mentiras


¿Quien podrá siquiera derramar una pequeña gota de esperanza
sobre nuestra patria sufrida?
y escudriñar las entrañas, exponiendo la verdad de la guerra parricida;
el poder, el lucro de las drogas, las armas, el secuestro, la esclavitud y
la posesión de la tierra misma;
son los eslabones que unen las perversas cadenas, de las conciencias viciadas y homicidas,
ni siquiera un grano de justicia y esperanza, tal como se pregona, a voz plena, día a día
en el desgargante reclamo que lanzan al mundo los ominosos que las guerras patrocinan.

¿Quien podrá derramar un poco de esperanza en esta patria sufrida?
donde el inclemente sufrimiento de los secuestrados y sus familias no tiene horizonte definido
donde las desapariciones forzadas son el deleite de los falsos positivos
donde las tumbas de miles de hermanos son los únicos testigos del feroz conflicto
donde las lagrimas de esperanza, son destrozadas en martirio por los nefandos crímenes.

¿Quien podrá derramar un poco de amor y compasión sobre nuestra tierra sufrida?
Donde las familias de los campos, con sus desnutridos hijos y una queja plañidera
son acosados por la ignorancia, la miseria, el desplazamiento y la cruel pobreza:
y sin recursos de vida; invaden nuestros pueblos y ciudades, la patria entera;
buscando sus derechos fundamentales, como una solución redentora y duradera;
encontrando solo una pared de inconsciencia ante el reclamo de sus angustiosas quejas.

¿Quien podrá derramar tan solo un poco de esperanza sobre nuestra tierra sufrida?
Donde los niños se recogen, como la mejor cosecha de la mezquina estratagema;
y con la mentira apestando en falsedades, se les cambia sus juguetes, sus cuadernos su loncheras,
por un fusil, un lavado de cerebro y las cadenas de prisión, de la horrenda contienda;
donde son carne de cañón nuestras futuras generaciones;
donde los manipuladores de la vida, engordan sus barrigas y sus arcas
aprovechando la ignorancia y el miedo de todos aquellos que le rodean.

Quien podrá derramar compasión y esperanza sobre nuestra patria sufrida;
donde los mendrugos de pan de un maloliente y desvergonzarte basurero;
son el festín de los gallinazos, de las plagas carroñeras, de los flacos perros,
de los niños de la calle, de los niños hambrientos;
donde con despiadada e ignorante ambición, se les vuelve esclavos, para el lucro ajeno
convirtiéndoles sus vidas, en el degradante trabajo de los niños mendigos;
donde el dolor del hambre en sus estómagos y el frio de la noche de sus revejidos huesos
solo se apaciguan adormeciendo sus cerebros, con artificiales sueños;
con un cigarro de mariguana, o con el sabor del alcohol como refresco.
o con el olor del pegante o gasolina, absorbidos desde un trapo desgarrado y viejo;
mientras que impasibles permanecen los gobiernos y sus engendros
y en los altos extractos se les mira, aquellos niños, como basura, como desecho.


¿Quién podrá derramar un poco de esperanza sobre nuestra patria sufrida?
donde la única alternativa de la miseria, con sus niños y juventudes
es el delito, las drogas la mendicidad o la prostitución en las esquinas y bares;
la renta del caos, para la satisfacción de los mundanos depravados y reprochables;
niños y niñas, invadidos de venéreas, sida y enfermedades terminales;
niños cual botín de pederastas, niñas con abortos y embarazos imperdonables;
niños y niñas, en la ignorante beligerancia, destruidos por las drogas, prostituidos en las calles;
niños y niñas, mutilados, sin escuelas, sin salud, sin amor y huérfanos de padres
estos son los niños de los presupuestos de las guerras, y las injusticias sociales.



¿Quien podrá derramar, tan solo una gota de esperanza sobre nuestra patria sufrida?
Donde los magnates agenciadores de lo inhumano, cual futuro corroído;
siembran la semilla de la confrontación, la corrupción la maldad y el delito
cual cosecha abundante de sandeces, cual vil privilegio del hombre mezquino.
Sicarios, cuidadores de bonanzas artificiales, del poder asesino;
juventudes prostituidas, embebidas en el alcohol, la droga escalofriante; y febril delirio
niños adictos en las escuelas y parques; familias sin amor, dinero inmoral y degradante
gobernantes permisivos, tolerantes, alcahuetas del vil desastre;
otro arraigo hacia el futuro , cual horizonte de nuestras sociedades

¿Quien podrá derramar un poco de compasión, sobre nuestra patria sufrida?
Donde el miedo o la permisividad aletarga nuestros sentidos
haciéndonos espectadores complacientes de corruptos depravados y bandidos;
donde se voltea la mirada cuando los niños del hambre no son nuestros hijos
y cuando tenemos el bastón de privilegios mundanos, que nos dio el destino,
nos enceguecemos de egoísmo, e ignoramos la miseria del país en que vivimos;
Ignorante nuestra actitud, del clamor de libertad y justicia, difundidas en nuestro himno.

¿Quién derramara un poco de esperanza sobre nuestra patria sufrida?..............


JELPENSADOR.
http://jaimillin55.wordpress.com/

Texto agregado el 22-01-2009, y leído por 143 visitantes. (0 votos)


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