Las páginas de los libros de agua son lágrimas sobre las que se escribe con tinta de desiertos



En épocas de Moisés (1300 A.C.) fueron presentadas ante el pueblo las leyes escritas en piedra que durante siglos regularon la moral de la humanidad.
Conjuntamente con las mismas aparecieron las primeras tablas de agua de las que se tiene conocimiento.
Estas contenían 10 recomendaciones. Para quien es capaz de escribir en el océano la palabra “ley” carece de significado.

Se conserva registro de las primeras 3. (transmitidos a traves de la tradición oral)

1.- Sé Feliz. (*1)
2.- Ama la libertad, es el bien supremo de todo ser.
3.- Puto el que lee (*2)

(*1) Por alguna extraña razón esta frase no figura en ningún texto religioso conocido.
(*2) Se presume que esta última sugerencia es apócrifa.

Las 7 restantes fueron borradas por el intenso oleaje que se desató en el mar muerto al momento de la redacción.

Se escriben sobre agua las cosas destinadas al olvido. Las deudas que no se pagarán, las promesas incumplidas, los textos que el escriba decide que sean sólo para él. (los mejores quizás)

Los libros de agua son imposibles de leer, toda su misión consiste en ser escritos.
Cabe Imaginar la complejidad que deviene del simple hecho de voltear una hoja de estos volúmenes.

Contrariamente a lo que afirma el célebre escritor y filólogo marroquí Marcel Funeb, no hay constancia científica comprobable de la existencia de alguno de estos ejemplares actualmente.

Antiguamente depositados en la Biblioteca Nacional de Buenos Aires, un tal Borges anota la evaporación total de los mismos durante la gran sequía de 1955.