Quiero no sentirte y de ti alejarme. Me acosas día y noche; te siento soledad. Soledad que te alimentas de mis lágrimas y te ufanas de la angustia de mi corazón. ¡Me encontraste! Huyo, pero de ti no puedo escapar, creo a veces engañarte, que mi rastro has perdido, pero mi cama vacía me vuelve a la dura realidad, el silencio inunda cada rincón de mi alma, ya no puedo más. Quítame tu peso de encima, soledad cruel; Si tan sólo pudiera saber que estás lejos, que tus largos brazos jamás alcanzarme podrán, y poder cambiar el temor que me provocas, por la dicha de no saber de ti, nunca más. Soledad cruel ¿Qué quieres de mí? Me has visto mil veces por tu culpa llorar, maldecir y gritar, pero también, mil veces verás mis lágrimas secar. Soledad cruel… Desvuélveme a la vida, demasiado tiempo te he debido cargar, soledad cruel, no quiero contigo estar. |