Sueños, interferencia, cromado en palidez.
Un calipso de ordenes sin alcanzar,
tan venoso como el hilarante sabor de tus emociones,
con toda la gravedad en tus pies,
harás que tu cabeza se eleve a la muerte.
Escenas de teatro en la selva de un acuario,
un acuario lleno de oro nadando por su valor,
nada cuesta mucho; todos saben caminar;
sin patas, sin colas.
Con las manos, hasta lo virgen se puede penetrar.
En el centro de disparos en forma de platos acerados,
trayéndome de alimento calientes flamas,
queman la garganta, enfrían el cerebro,
inunda de sangre, esqueletiza la mirada.
Viajar, a ninguna parte,
Aterrado, llenando de ilusiones mi humanidad,
creyendo, en lo que no existe.
Porque lo que existe no me lleva a nada,
pero lo que me lleva a nada,
es mi todo, es el todo por lo que quiero luchar.
Viajar… |