Llevando en la espalda una historia he llegado a las faldas del volcán intentando convertirme en poeta de la ruta. La ciudad extraña no me mira... mis ojos le disparan misterios nacidos de su presencia. La historia sobre la espalda, quieta, parece respirar su tinta las palabras son su sangre que corre con pausas. Al lado del vocán quedará esta sangre hecha palabra acompañando los vapores del vientre de la tierra y el fuego renovado de la vida Regreso a la ruta... convertido en el poeta sin destino!
Texto agregado el 16-01-2009, y leído por 959 visitantes. (3 votos)