Mirando a sus ojos virtuales
anuncio saber poca Filosofía
reconozco ser un ignaro
xenófobo de países grandes,
taumaturgo tampoco soy
unicamente un hombre
enamorado de las rosas,
inclinado a las palabras,
nacido para fabularlo todo.
Entiendo sí de miserias,
quimeras me sopla el viento,
urdo trampas para mí mismo,
invoco magos y brujas,
venero a los santos tuertos,
olvido que soy humano,
creo en las alas del fuego,
adoro una boca risueña
devoro panes y mieles,
odio que se acabe el tiempo.
Intuyo que somos eternos,
nacidos para guarecernos,
techo de estrellas y nubes,
empresa de firmamentos,
nadie ha muerto que yo sepa,
todos revivimos casi siempre,
apaga la vela el pensamiento.
Reconozco que soy ignaro
en materia de elementos,
tuve en mis manos tres milagros,
rezo por ellos cada día,
acaso no sea un rezo,
creo que es sólo una súplica,
temo tanto a mi ceguera,
abro mis manos al cielo,
recaudo cada tormento,
soy estadista de pobrezas,
es lo que soy, está hecho.
¿Puede un hombre solitario
soñar que le pide a su dios?
estólidos seres abundan
reconociendo sabandijas
aún bajo sus desnudos pies.
Siento que he dicho demasiado,
ignaro de silencios soy,
nacen a cada instante de mi boca
ciencias de dudosa estirpe,
entendimientos amorfos
rosas de sabor amargo
orientándome a mis propios huertos…
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