DE VIDA O MUERTE
Dicen los pocos que saben, que por las noches se convierte en fantasma, y que su alma vigila las calles q lo vieron nacer. Muy a las cuatro de la mañana, en el cementerio recobra sus huesos y sin miedo a los vivos, se resuelve a seguir en este mundo. Caminando en medio de la oscuridad a paso largo se devuelve a su casa, luego duerme por largo rato, sale a la calle sin arreglar su cabello ni su ropa, es casi medio día, esquivando los rayos del sol, se sienta bajo la sombra de un árbol, por un momento contempla su casa y se ríe tímidamente, a lo mejor reviviendo alguna picardía. Después retorna a su habitación cuya puerta da contra la calle, y se pierde por largo rato, luego se alcanza a divisar al viejo a través de la cerca sacando las sabanas al sol, igual que todas las tardes, a lo mejor debido a su inevitable incontinencia, en consecuencia se le ve abrir las puertas de su cuarto de par en par, supongo que por los malos olores que se mezclan del encierro combinado con el calor del infierno. Eso lo hace desde q cumplió los 127, y de eso ya hace cuarenta años.
Quien lo creyera el viejo aun camina, se ríe y entiende, ronda la cocina, raspa la olla, tratando de mamarle gallo al hambre, el mismo Se prepara su café de manera casi ceremonial, sale a la puerta, toma su pipa se sienta al frente de su casa en su butaco de madera, a botar bocanadas de humo, en un claro sarcasmo de vida. el pobre viejo casi no se alimenta vive de milagro, de tinto y tabaco, con un poco de pega de arroz.
De vez en cuando me siento a su lado en el anden, le cuento mi día, y mi plan para el siguiente, el hace el q no escucha sin embargo entiende, por q cuando le hablo de sexo bota carcajadas. Todos le tienen el chiste al viejo, le preguntan –viejo, que es sexo-. El viejo se ríe y con sus manos hace una parodia del amor, adelante y hacia tras sin dejar de reír.
El viejo, una noche dejo de ser fantasma, esta noticia preocupo a todo el mundo, por que al pueblo no llegaban sino los curiosos que querían ver el fantasma, sin fantasma el pueblo estaba condenado al olvido. Y para mi no hay cosa mas dolorosa q el olvido, aun mas enconosa que la propia muerte. Otros fantasmas estaban atrapados en la eternidad el nuestro estaba de paso, a lo mejor el viejo quería estirar la pata, para el el camino mas fácil era morirse, pero el viejo no podía morirse, estaba condenado a transitar entre la vida y la muerte, y solo podía morir por completo el día en que alguien desease su muerte. Ese era el mito, el viejo había vivido hasta los 177 años solo por que así lo había deseado El pueblo, y por lo mismo el pueblo era el único, que podría darle el derecho de la muerte.
Trataron de suplantarlo, pero pronto se supo q todo era un montaje, y el único vivo q en realidad parecía fantasma estaba muriendo…Así pasaron varias noches sin fantasma, el chisme comenzó a rodar por los pueblos vecinos. La gente comenzó a dejar de venir, las tiendas comenzaron a quebrar, la venta de camisas, de llaveros, de fotos, y de comida comenzó a disminuir. Hasta que pronto la idea de un fantasma se fue desvaneciéndose extinguió, La gente comenzó a irse a otros pueblos, a buscar mejores rumbos. El viejo pronto dejo de tener importancia, por que si había algo seguro, era que el viejo jamás se levantaría de su cama. Así, que fue olvidado en su cama y no quedo nadie para atender su agonía.
Una noche, el fantasma volvió a parecer, no había nadie para verlo, o para creer, no importaba que este si fuese legitimo, un verdadero fantasma, sin carne ni huesos, era el fantasma del viejo. mi viejo había muerto y no como contaba el mito, murió de viejo el día en que el tinto, el tabaco, y la pega le faltarón.
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