Vi sus ojos
en la mañana
azules, celestiales,
nada me dijeron
luces y engaño,
ahuyenté los corceles
colmados de deseo,
orillé la esperanza, pero no,
nada sentí en su pecho,
sistólicas inquietudes
ilusiones vanas,
gocé sólo unos instantes
no lo niego, fue un chispazo,
ahora, sólo es una sombra.
En el agua de las fuentes
se refleja una esperanza.
Siempre soñé con una mirada
obrando el mismo milagro
llegaste y tus ojos
opacaron todo recuerdo.
Una mariposa azulada
navega sobre las brisas.
Casi con simples silencios
levanta tu alma mis ensueños,
oscura eran mis mañanas,
nada que tu mirada no aclare.
Derrotados mis recuerdos
enterrado ha sido el ayer
llegaste, todo resplandece.
Inútiles serán los obstáculos,
macilenta se fuga la envidia,
beberé de tus labios,
encandilado y ebrio de gozo
cruzaré los vestíbulos soñados
ilusionista es el amor
llueven mil clavicordios…
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